El sábado almorcé con Diana, como ya sabéis, y luego me fui a fiestear a Semana Santa.
FULL IMMERSION:
Llegué a Semana Santa (pueblo donde viven 3 miembros del equipo de trabajo: Tania, Antonio y Paulino). Y no fue fácil, el camino para llegar no es precisamente como los que conocemos en España; es decir, los conocíamos, pero más o menos ya los tenemos superados.
Aquí funciona así:
-un grupo polítco promete mejorar las carreteras existentes (llenas de hoyo y en continua inundación)
-para demostrar su eficacia, levanta inmediatamente toda la carretera
-en ese momento llegan las elecciones, y la gente le vota
-gana
-automáticamente la acción se paraliza, los fondos “despaparecen”, y la carretera se queda como está
sencillo, no?
Con este sistema, los movimientos diarios de cualquier ciudadano son una verdadera carrera de obstáculos.
Así que llegué a Semana Santa muy relajada por el masaje de la “guagua”.
Allí fuimos a la inauguración del club de jóvenes de Semana Santa CJAPROSSA (Comité de Juventud Activa por el Progreso de Semana Santa).
Fui rodeada por un grupo de unas 15v chicas de edades entre 17 y 24 años, que me pedían divertidamente que les presentara españoles que se las lleven a España.
Me sentaron en la mesa presidencial porque agradecían a toda España su apoyo y confianza (los jóvenes de Semana Santa) así que ya sabéis, todos os agradecen el apoyo.
Después del acto formal (muy interesante, por cierto, citaciones de Vctor Hugo, conceptos muy actuales, ilusionados, gente con fuerza) llegó la bachata. Me arranqué, pero sin profesor no tengo ningún futuro. Soy como el palo de una escoba....
Antonio compraba cerveza, y cerveza, y cerveza.... no me conocen aún!
Dormí en casa de Paulino, con su hermana, y amanecí el domingo de frente a un niño precioso de 4 años, llamdo Maicol, que me dijo “Buenos días, hermanita”. Me adoptó, ya véis. Desayuni de fritos (plátanos) y salami frito (ummmmmmmmmmmm!), y en marcha.
Tania, Paulino y yo fuimos a hacer revisión de los cultivos y de los abono que están haciendo las comunidades del proyecto anterior. La guagua sufría, luchaba, resitía, y finalmente, dejamos por tierra la batería. Pero Paulino, heroíco, la arregló. Condujimos un tractor a destino, y luego nos fuimos a comer. Una empresa difícil, la de trasladarse por las comunidades en las que trabajamos. Y ellos viven suoerando esos obstáculos cada día sin por ello paralizarse. Eso sí, los tiempos dominicanos son consecuencia inmediata de las dotaciones que poseen. Todo se dilata, todo se prolonga, porque nada es fácil; y hay que tomarse las cosas con filosofía, no?
Por la Tarde fui con Tania a su casa, o sea, a la acera de su casa, donde estaba toda la gente (fundamentalmente mujeres), sentada en la calle, haciendo su quehaceres mientras hablan de lo mal que funciona el país: depilándose, pintándose las uñas mientras miraban a los miños jugar en el “play”.
A chichigua (cometas).
Todas me cuentan cuánto quisieran huir a España para tener un futuro mejor, para ganar euros rápidos y transformalos en pesos multiplicados. Sin saber ellas que allí serán muchas veces despreciadas, marginadas, mal pagadas y, a veces, prosituidas.
Pero todas quieren huir. Algunas van a la universidad durante el fin de semana, y os aseguro que no es fácil llegar a la universidad; y mucho menos volver.
Las facilidades aquí no existen, la palabra probablemente no está en el diccionario.
Pero a ellos no parecen afectarles a veces, los millones de dificultades.
Pasan hambre durante el día, pero a la noche, como en tierra de trabajdores del campo, nadie se muere de hambre. Siempre (o casi) hay al menos para hacer un arroz o unos fritos.
Son ricos dentro. Cuando entras en sus casas, te ofrecen TODO, y tienen de todo.
No parecen pobres. Este país no es pobre. Está lleno de cosas con que llenarse el estómago, y de maravillas que vender al mundo.
2 commenti:
Ciao Noe! Racconti di un posto meraviglioso, che davvero ti cambia la vita. E' bello leggere che finalmente stai realizzando questo tuo desiderio di essere lì. Un enorme bacio
Marti, non ti ingannare, potrebbe essere meraviglioso, ma é durissimo.
É bello sapere quanto léssere umano é capace di combatere e sopravivere, ma non é bello, te l'assicuro.
Comunque, quello che mi prende di piú é lo sguardo di questi bimbi.
Me li porterei tutti via. O al meno proverei a dare a tutti un'educazione, dei vestiti, un buon piatto di lenticchie....
Mamma, ché lastima!
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